Involuntariamente o quizás no, a costado parir la primera entrada al blog de este año, una incapacidad de ideas para escribir en internet, y en internet todo, responder diferentes correos, raelizar acciones, etc. Creo que todo ha sido o pretendo por mantener una mirada contemplativa sobre pasado y futuro, lo ocurrido y lo que debe ocurrir y suceder, palpar momento y sentir la temperatura.
Y empezamos casi por donde acabamos, por presentar el resultado final de la primera pieza que enseñamos en la entrada en construcción, llena de pequeños detalles y guiños, dentro de ese juego personal de improvisación e instinto, de tradición urbana. ( Seguimos buscando etiquetas). Si buscando etiquetas, para definir esa polaroid del momento, del instante, ese duelo a diferentes bandas. Una de mis preocupaciones actuales ( en contexto) es el encontrar un lugar común, un cuento, un discurso sobre mi obra, y creo que lo tengo, pero totalmente descuartizado, tan descuartizado que no logro ver las piezas y diferenciarlas. Tendremos que volver a descuartizar, que le vamos a ser.
Aún os debo la entrada de despedida de año y el brindis, y espero pagarla proximamente, tarde y fuera de lugar, pero nosotros tenemos la posibilidad de marcar nuestros tiempos y podemos jugar como el clima, verano invierno y viceversa, no reconocer la primavera ni el otoño, y desear un futuro ordenado, con sus todo.Y como a nadie le amarga un dulce:
