miércoles, 21 de abril de 2010

Cafés y tradición

mañana volveré a despertar, y de las primeras cosas que haré nuevamente como cada mañana, será preparar cafetera y tomar café. Del sueño pesadilla a la realidad, al trabajo y al soñar dentro de esta pesadilla.
Los juegos de café son unos clásicos dentro de los trabajos realizados por La Lumaca, diferentes y variados, diferentes técnicas y acabados. Nuevamente, al igual que en la anterior entrada, me apetece muy poco hablar de técnica o inspiración del diseño, realizados a torno con rescate de tipología aborigen canaria, me interesa hablar del estado del café o de té, de ese momento, de esa pausa, de cada momento, de su metáfora... Pero tampoco hablaré de eso, hablaré del azul turquesa sobre marrón del esmaltado de las piezas, un esmalte comercial cuidado y mimado, encontrado por Françoise en su viaje por Japón hace ya cerca de trece años, un kilo, utilizado a cuenta gotas. He de decir por si no se han dado cuenta, que los esmaltes y su infinidad de recetas y secretos, son unas de mis deudas con la cerámica, e, interpretando mis nuevas tendencias sobre la cerámica, he de suponer que difícilmente la zanjemos, pero por ello no dejo de maravillarme ante un buen esmalte, ante un buen color, ante ese regalo de los elementos, ante un resultado del fuego. Otro mundo dentro del mundo de la cerámica.

3 comentarios:

  1. me gustaría tomarme un té verde en Japón en una taza azul de ustedes.
    pero no tengo muchas posibilidades de ir a Japón, así que ando roja de envidia. me tomaré un colacao. puro marrón.
    (¿cómo va mi tallero?)

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  2. Un poco pequeña para té, y yo también quiero llegar a Japón. Ayer te ví, silbé, mencioné tu nombre a los vientos y no obtuve respuesta, ni una sola mirada. Tu tallero anda en stand by, espero poder hacer algo cuando recupere el pulso de mi vida.

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